El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el pasado 5 de abril atacar una estratégica base aérea siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno de Bashar al Asad.
Según el Pentágono, dos destructores de la Armada de EE.UU. lanzaron desde el mar Mediterráneo 59 misiles Tomahawk contra el objetivo en Siria. El ejército de este país dijo que seis personas murieron en la ofensiva.
Según fuentes estadounidenses, la base atacada fue la de Al Shayrat, en la provincia de Homs en el occidente de Siria, la cual fue utilizada para lanzar un ataque químico en el noroeste del país que dejó unos 80 civiles muertos, incluidos varios niños.
Este fue el primer ataque que Washington llevó a cabo contra las fuerzas del gobierno sirio desde que comenzó la guerra en ese país hace seis años.
Todos los medios de comunicación internacionales alarmados informaron que en el ataque se utilizaron 59 misiles Tomahawk, poderosa arma de precisión de los EE.UU.
Al día siguiente del ataque, e Gobierno ruso hizo público las fotografías de los destrozos ocasionados por los letales misiles norteamericanos, sin embargo, en contradicción a lo esperado, las imágenes dejan muy mal parada la efectividad de los Tomahawk ya que apenas se aprecian pocos daños en los hangares de la base siria.
Aunque los medios de comunicación citan fuentes rusas que afirman que en el bombardeo nueve aviones sirios resultaron destruidos, lo cierto es que la base apenas sufrió leves daños a pesar de haber sufrido el ataque de 59 misiles Tomahawk.
Algunos medios de comunicación como la Revista Semana de Colombia titularon la noticia como “Primer ataque militar de Trump destruye base aérea en Siria”, sin embargo, la fotografías muestran lo contrario.
GALERIA:
Hangar sirio de la base Al Shayrat que aparentemente no sufrió mayor daño.
Latas que pertenecerían a uno de los misiles Tomahawk.
Para sorpresa algunos hangares no sufrieron mayores daños.
Algunos hangares no sufrieron ningún daño.