La misión de un bastardo

z henry 1Por Henry Barbosa

Plinio Apuleyo Mendoza y su familia toda la vida han vivido a costillas del Estado sin tener un solo voto, sus contratos y nombramientos diplomáticos los han obtenido a punta de lobby y de relaciones de coctel.

A este individuo lo recuerdo especialmente por que llegaba en las mañanas a maltratar a la secretaria que le habían asignado en el periódico El Tiempo donde laboraba, y donde en muchas ocasiones llegó a patear el escritorio de la pobre empleada que callaba sumisa ese maltrato por miedo a perder el empleo.

Plinio Apuleyo Mendoza
Plinio Apuleyo Mendoza

Este canalla de coctel, fue culpable de ocultar centenares de muertes que grupos de paramilitares y militares realizaron en la zona de San Vicente de Chucurí, territorio del Magdalena Medio que el general Yanine Díaz pacificó a sangre y fuego con la ayuda del “negro Vladimir”, psicópata que relató su participación directa en por lo menos 700 crímenes y que confesó que junto con el general Yanine, otros oficiales y algunos dirigentes políticos habrían participado en la conformación de grupos de autodefensas, grupos que con los narcos Gonzalo Rodríguez Gacha, Pablo Escobar y Fidel Castaño, degeneraron en paramilitares adiestrados en las escuelas de sicariato del mercenario israelí Yair Klein (1).

Con la masacre de la Rochela en enero de 1989 y que fue el epítome de la violencia en el Magdalena medio, nadie pudo seguir negando lo que ocurría allí.
Con la masacre de la Rochela en enero de 1989 y que fue el epítome de la violencia en el Magdalena medio, nadie pudo seguir negando lo que ocurría allí.

Desde su columna en El Tiempo, negaba y al mismo tiempo justificaba lo que pasaba en esas tierras de Santander, mientras tanto, los “mocha cabezas” aterraban y asesinaban a campesinos, violaban mujeres y niñas, se robaban con violencia cosechas y ganado y expropiaban por la fuerza centenares de hectáreas de buenas tierras, muchas de las cuales fueron a engrosar los haberes de los narcotraficantes del Magdalena Medio. A finales de la década de los ochenta, diariamente aparecían en los caminos cuerpos de campesinos por los que nadie preguntaba, asesinatos que nadie denunciaba por terror.

Plinio Apuleyo Mendoza desde las páginas de El Tiempo negaba vehementemente esa realidad, su misión diaria era ocultar esa verdad, una verdad inocultable que manchará por siempre a los descendientes del fundador de El Tiempo Eduardo Santos.

Plinio Mendoza Neira
Plinio Mendoza Neira

Lo de Plinio no es nuevo, su ideología la heredó de su padre, un asesino al que la justicia clasista nunca castigó, el político Plinio Mendoza Neira, quién fue el encargado de llevar al caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán a una trampa mortal para que fuera asesinado por la espalda por Roa Sierra, la tarde del nueve de abril de 1948 (2).

Mendoza Neira además estuvo involucrado en la violencia partidista que dejó más de 350.000 muertos en los años 50, cuando envenenaba con discursos a los campesinos ignorantes mientras desde Bogotá se lucraba de los cargos públicos y la carrera diplomática.

Hoy su hijo envalentonado porque le quitaron un jugoso contrato con el Estado, la emprende contra el proceso de paz, destilando el odio y el veneno que solamente una mente enferma es capaz de producir.

Con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán se inició un espiral de violencia que ha llegado hasta nuestros días.
Con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán se inició un espiral de violencia que ha llegado hasta nuestros días.

Utilizando como siempre las páginas del periódico El Tiempo, Plinio Apuleyo fiel a su estirpe utiliza sin ningún escrúpulo una serie de falacias que haría sonrojar al mismo Joseph Goebbels encargado de la propaganda nazi.

En su columna dice que por exigencia de las Farc, el Gobierno de Santos va a reducir el número de soldados y policías y que se va a debilitar las Fuerzas Armadas para dejarlas en su mínima expresión, con esto espera tal vez ilusamente que estos den golpe de Estado  y terminen las conversaciones de paz.

Insinúa además que se van a revisar los 14 tratados de libre comercio que Colombia firmó en la última década, pretendiendo predisponer a los industriales contra Santos y como previendo la devolución de tierras a los miles de campesinos desplazados por los paramilitares, insinúa de manera perversa que se prepara imponer límites a la propiedad privada en el campo, es decir, que lo que se busca es quitarle la tierra a los actuales propietarios para dárselas nuevamente a los campesinos amigos de las Farc (3).

Según Apuleyo Mendoza, Santos está negociando con la guerrilla unas zonas de reserva campesina donde las Farc van a ser la autoridad política, militar y comunitaria, con millones de hectáreas a su disposición y población bajo su dominio, donde acabarán constituyéndose en otro Estado dueño de una buena parte del país, insinuando que las Fuerzas Militares están desmoralizadas, que no están peleando, que están postradas, muertas de la tristeza y que prueba de ello es que el general Mora Rangel se salió de la mesa de negociación porque tuvo objeciones a los acuerdos que permitían a las Farc un peligroso control sobre ciertos zonas del país.

En resumidas cuentas, por haber perdido un contrato millonario Plinio Apuleyo Mendoza nos quiere condenar a otros cincuenta años de muerte y barbarie, tal como lo hizo su papá cincuenta años atrás con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.

VEA TAMBIEN:

  1. La tragedia del general http://www.semana.com/nacion/articulo/la-tragedia-del-general/107054-3
  1. Golpe de Estado en Colombia y la muerte de Gaitán http://soachailustrada.com/?p=147
  1. Callejones sin salida? http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/callejones-sin-salida-plinio-apuleyo-mendoza-columnista-el-tiempo/15471299

Deja un comentario