La Nasa habría destruido evidencia de vida extraterrestre en Marte

Durante mucho tiempo la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espació (NASA), ha venido lanzado varios proyectos y encabezado algunas investigaciones para comprobar no solamente qué hay en Marte, sino también para obtener pruebas de la posible existencia de vida extraterrestre en el planeta rojo.

Sin embargo, parece ser que la agencia espacial habría «destruido” las pruebas que demostrarían la existencia de la vida extraterrestre en Marte.

Esta información se supo recientemente debido a un artículo que escribió el doctor PhD en Geociencias de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee y presidente de la Sociedad Alemana de Astrobiología, Dirk Schulze-Makuch.

En su artículo publicado en el sitio Big Think, el científico comentó que fue invitado a hablar en un simposio organizado por la Fundación del Palacio Real de Ámsterdam en donde el tema central para este año era la búsqueda de vida extraterrestre.

Módulo de aterrizaje del Viking en 1970.

El doctor comentó que durante las discusiones y charlas que sostuvo sobre la búsqueda en el sistema solar de vida extraterrestre dejó caer “una sugerencia que algunas personas seguramente encontrarán provocativa: que ya encontramos vida en Marte hace casi 50 años, pero que sin darnos cuenta la matamos”.

La investigación en donde se habría encontrado vida extraterrestre se trataría de un experimento de un módulo de aterrizaje bautizado como Viking.

Para mediados de 1970, la NASA envió dos módulos de aterrizaje que denominó como Viking a la superficie de Marte y que estaban equipados para detectar vida en el planeta rojo, sin embargo, los resultados de esa investigación fueron “confusos”.

En su artículo, Dirk Schulze-Makuch comentó que existieron tres experimentos en concreto: el de liberación marcada, el cual consiste en el metabolismo microbiano; el de liberación pirolítica, que analiza la síntesis orgánica; y el intercambio de gases. Si bien los dos primeros resultaron positivos para la vida, el de intercambio de gases no lo fue.

El Viking también tenía un instrumento que podía detectar compuestos orgánicos, por lo que pudo ver trozos de compuestos orgánicos clorados, que para ese entonces fueron interpretados como el “resultado de contaminación proveniente de la Tierra”.

«Sin cuerpos, no hay vida”

Todo esto llevó a que Gerald Soffen, científico del proyecto Viking, pronunciara la famosa frase: “sin cuerpos, no hay vida”.

Estas palabras se traducen a que sin compuestos orgánicos no podía haber vida marciana, por lo que Soffen concluyó, al igual que los otros científicos, que Viking era negativo sobre la presencia de vida, o mejor dicho, inconcluso.

Sin embargo, todo cambió medio siglo después, cuando gracias al módulo de aterrizaje Phoenix de 2008 y a los rovers Curiosity y Perseverance de la agencia espacial, los expertos pudieron conocer que sí existen compuestos orgánicos clorados autóctonos en el planeta rojo.

Lo que no saben los científicos es de dónde se derivan, si lo hacen de procesos biológicos o de algún tipo de reacción abiótica que no tendría nada que ver con la vida.

¿Cómo pudo «destruir” la NASA las pruebas de vida marciana?

El científico Dirk Schulze-Makuch explicó que en ese entonces Viking contaba con muchos experimentos que involucraban la aplicación de agua a las muestras de suelo, “lo que puede explicar los desconcertantes resultados”.

Por eso, la posible “destrucción” de pruebas de vida extraterrestre en Marte se debió a que en ese entonces existía muy poca comprensión sobre el entorno marciano y “parecía razonable que agregar agua pudiera incitar a la vida a mostrarse en el ambiente marciano extremadamente seco”.

En retrospectiva, es posible que el enfoque fuera demasiado bueno. Lo que otros investigadores y yo hemos aprendido en lugares extremadamente secos de la Tierra, como el desierto de Atacama en Chile, es que hay una progresión gradual de formas de vida a medida que el hábitat se vuelve más árido”, agregó Schulze-Makuch.

“Quizás los supuestos microbios marcianos recolectados para los experimentos de liberación etiquetados no pudieron lidiar con esa cantidad de agua y murieron después de un tiempo”, agregó.