La verdadera terna

Por: José Roberto Acosta

Nadie es más grande que el mercado, ni siquiera Luis Carlos Sarmiento. Y la sentencia de las bolsas es contundente: el valor del Grupo Aval ha retrocedido mas de US$1.000 millones en los mercados accionarios, castigando sus maniobras para evadir su responsabilidad con la sofisticada corrupción de Odebrecht, desde que esa multinacional del crimen de cuello blanco se ganó el contrato Ruta del Sol en 2010, sobornando a la administración de Álvaro Uribe Vélez.

Uribe logró con Iván Duque ubicar en el poder a un político bisagra para continuar la tarea de encubrimiento sobre la corrupción de Odebrecht, tarea que inició cuando apoyó con su bancada el nombramiento de Néstor Humberto Martínez en la Fiscalía. Tarea mancomunada del santismo-uribismo que continuó cuando el senador Iván Duque, el 23 de enero de 2017, entabló la denuncia por competencia desleal solo contra Odebrecht, pero guardando silencio conveniente con el otro consorciado, el Grupo Aval, mientras minimizaba mañosamente un delito más grave como fue el soborno en el que había incurrido el Consorcio Ruta del Sol para ganar el contrato. Tarea que continuó el superintendente de Industria y Comercio de Juan Manuel Santos, ordenando la terminación anticipada de ese espurio contrato, a pesar de estar viciado de causa ilícita por cuenta de los sobornos, e igualando a los bandidos con el Estado colombiano evitándoles multas y la inhabilidad de contratación por diez años.

Hábilmente, Álvaro Uribe mandó el 17 de agosto de 2017 una carta al fiscal general detallando fechas exactas, valores de cheques y nombres de beneficiarios para dejar claro que tenía la sartén por el mango y que, si el fiscal investigaba las decisiones de su gobierno, todos caerían, incluyendo el hijo del expresidente César Gaviria, gravemente salpicado en esa carta con recursos de Odebrecht.

Pero todo les sale mal. El truco del fiscal ad hoc confirma este contubernio; se confirma que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tambien recibió dineros de Odebrecht y prontamente desde Brasil se ratificarán denuncias de complicidad a todo nivel con este sofistcado mecanismo de corrupción multinacional.

La verdadera terna es la que mutuamente se protege detrás de Néstor H. Martínez en la Fiscalía: la conformada por el uribismo, el santismo y el Grupo Aval, y que concentra buena parte de los poderes públicos y privados de Colombia.

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El Espectador