Por: Ricardo Usaquén, especial para Soacha Ilustrada
En Soacha está de moda hablar de Políticas Públicas, más ahora que están en furor las campañas políticas.
Hace pocos días le escuchaba decir a un candidato al Concejo de Soacha de la necesidad de establecer unas 12 Políticas Públicas en el municipio.
Y ese aspirante a concejal para convencer al auditorio, mostraba con cierta prepotencia su teléfono en donde aparentemente las tenía relacionadas.
Olvidaba informar el político en ciernes que estas políticas, entre comillas, era el producto de una ex-asesora de la alcaldía que pregonaba a todo el mundo su sabiduría al respecto.
Como en Soacha algunas personas tienen el ego tan grande que inclusive les impide ver la inutilidad y la pobreza de sus argumentos, estas Políticas Públicas artesanales se deben tomar con la cautela y las precauciones necesarias para evitar el “embuchado” y el “chorro de babas” tradicional, tan característico en los políticos y funcionarios de Soacha.
Es tal el folclorismo y la ignorancia al respecto, que todo el mundo pregona la necesidad de implementar Políticas Públicas para todo, como si eso fuera un juego y no obligara inclusive a las futuras administraciones a seguir unos preceptos establecidos a la “tondra tolondra”.
Imaginémonos un instante no más, al funcionario columnista socializando ante doce íngrimos comunales invitados a dedo, la Política Pública de Acción Comunal en Soacha. Un escrito mediocre y ridículo que pretende facilitar que los miembros de las JAC puedan acceder a recursos y programas para sus barrios. ¿Para eso se necesita una Política Pública?
Un concejal oficialista invita a “don Reymundo y todo el mundo” a la presentación de su ponencia del proyecto de Política Pública de Mujer y Equidad de género, en el Concejo municipal, proyecto de Acuerdo que antecede a las de sus colegas que a su vez tienen el de Política Pública de Salud Mental, el de Política Pública para la Acción Comunal y el de Política Pública de Primera Infancia, Adolescencia y Familia.
En el congreso le llaman “micos” a ciertas iniciativas contaminadas que pasan desapercibidas por la rapidez con que son aprobadas, por eso esa “cosecha” de Políticas Públicas se deben tener con recelo de inventario. No más hace pocos días en el Teatro Sua se realizó con poca para no decir ridícula asistencia, una socialización requisito de la Política Pública para Afrodescendientes.
Cada uno tiene su Política pública para Soacha, municipio que de la noche a la mañana se convirtió en fábrica de políticas públicas y donde todos son expertos para envidia de los restantes 1.095 municipios que tiene Colombia, municipios por demás donde escasean este tipo de expertos.
Revisadas las políticas públicas aprobadas por medio de Acuerdo por el Concejo Municipal en sesiones extraordinarias, da tristeza y escozor como estos “pelmazos” aprobaron semejante majaderías sin soporte, producto del copy page de algunos asesores sin ética.