Magnus Carlsen, ganador del Campeonato del Mundo de ajedrez

Carlsen, instantes antes de enfrentarse al israelí Boris Gelfand en Londres en marzo de 2013. Ganó.
Carlsen, instantes antes de enfrentarse al israelí Boris Gelfand en Londres en marzo de 2013. Ganó.

Magnus Carlsen ha revalidado su título de Campeón del Mundo de Ajedrez frente a Sergey Karjakin, el aspirante ruso. Hubo que esperar hasta la noche del 30 de noviembre para conocer quién se proclamaba vencedor en Nueva York donde se ha disputado el Campeonato del Mundo de Ajedrez al mejor de 12 partidas. Al final, fue Carlsen quien se llevó la gloria. ¿Cuáles son las claves de juevo de Carlsen, el Bobby Fischer noruego, que le han llevado a la victoria?

Precoz y con una mente prodigiosa, a Magnus Carlsen (Bærum, Noruega, 30 de noviembre de 1990) se le ha comparado con Bobby Fischer. Los dos han sido los únicos occidentales capaces de acabar con la hegemonía soviética que el ruso Serguei Karjakin pretende recuperar ahora en el Campeonato del Mundo que le disputa estos días en Nueva York.

El noruego lo tiene claro: entre el movimiento más espectacular y el mejor, siempre elige el mejor.
El noruego lo tiene claro: entre el movimiento más espectacular y el mejor, siempre elige el mejor.

En una reciente entrevista Magnus Carlsen, un joven de 1,75 metros, en apariencia tímido, casi pasota, reflexionaba sobre si ya había alcanzado la cima de su ajedrez, una disciplina que combina «cerebro, conocimiento, actitud… Y experiencia, por supuesto. Así que creo que definitivamente estoy en mis mejores años ahora. No creo haber alcanzado el cenit de mi carrera, o espero no haberlo hecho».

En alguna ocasión ha dicho que no es un genio, que el ajedrez no vino automáticamente y que le llevó tiempo entenderlo todo. De usted se ha dicho, sin embargo, que es un jugador perezoso.

“No, no soy perezoso frente al tablero. Trabajo muy duro. Quizás me llamen perezoso porque no tengo la ética del trabajo que otros tienen. Pero siempre pienso en ajedrez, constantemente.”

¿Cómo definiría su estilo de juego?

“Yo tiendo a la claridad en lugar de al caos, como la mayoría. Aparte de eso, definirse como un jugador que ataca o se posiciona, creo que es simplemente ponerse limitaciones.”

Se le reprocha que no juega bonito…

“Si tengo que elegir entre el mejor movimiento o el movimiento más espectacular, siempre voy a elegir el mejor. Así soy.”

¿Alguna apertura favorita?

“No particularmente, creo que uno debe poder jugar todas las aperturas posibles. Supongo, de nuevo, que tiendo hacia la claridad antes que al caos.”

 ¿Depende del oponente?

“Definitivamente depende de ellos. En todas las partidas elijo en función de ellos.”

Además de con Fischer, también ha sido comparado con el jugador cubano de los años 20 José Raúl Capablanca porque el juego de ambos es correctísimo, pero sin riesgos, a la espera de que el oponente cometa el error…

“Creo que no cometer errores no debería considerarse algo negativo. Capablanca tuvo un estilo mucho más amplio y complicado de lo que la gente considera. Y creo que a mí me ocurre lo mismo. Puedo jugar con agresividad y puedo jugar tácticamente cuando la posición lo demanda. Pero no hay necesidad de jugar de forma agresiva o espectacular cuando la posición es simple. No veo el motivo en buscar un ajedrez agresivo tan solo por eso.”

El niño prodigio

Pese a vivir en la época de las supercomputadoras de ajedrez, a Carlsen no le gusta jugar contra ellas. Como al principio tampoco le interesaron los tableros. «Mi padre me enseñó a jugar, pero no era a eso a lo que yo quería dedicar todo mi tiempo. Jugaba de vez en cuando con él cuando hacía mal tiempo».

Pero desde muy pequeño Magnus apuntaba maneras. Su padre cuenta que siempre tuvo el interés y la habilidad de concentrarse durante largos periodos de tiempo en todo aquello que le llamara la atención. A los 5 años tenía un libro, Flaggboken (el libro de las banderas), con los datos de las 428 kommuner o municipios noruegos. Fue capaz de memorizarlo entero.

Con Kasparov, en 2010. El ruso fue mánager de Carlsen durante un año entre 2009 y 2010.
Con Kasparov, en 2010. El ruso fue mánager de Carlsen durante un año entre 2009 y 2010.

Cuando Magnus Carlsen tenía 12 años sus padres le sacaron junto a sus hermanas del colegio, alquilaron su casa de un barrio residencial de Bærum, a las afueras de Oslo, y se dedicaron a viajar, de campeonato en campeonato. En 2004, aún adolescente, se enfrentó por primera vez a Kasparov, entonces el número 1 del mundo, en una partida que terminó en tablas pese a la gran presión que ejerció el niño prodigio. En ese momento, reconoce Kasparov en un documental, Magnus mostró su inmenso talento natural. Celebró esa memorable no-derrota en Reikiavik con su familia tomándose un helado en un McDonald’s.

Deja un comentario