¿No les gusta Petro? ¿Cómo decían ustedes? Ah, sí: “duélale a quien le duela” … De malas.
No hay semana en que la (p)oposición inteligente no haga el ridículo. En cuestiones de política, los líderes de antaño podían ser sanguinarios (como Laureano Gómez, el padre de la Violencia Política de los años 40 a 70), con trazos de imbecilidad (Turbay y su declaración de que él era el único perseguido político en Colombia) o con la perspectiva contundente y equilibrada de Álvaro Gómez crítico del gobierno elegido con plata del narcotráfico de Ernesto Samper Pizano, pero al menos tenían algunas ideas de las cuales apegarse. Incluso, cuando gobernaron Álvaro Uribe o Juan Manuel Santos la oposición de entonces tenía dignos representantes que señalaban los errores de sus gobiernos, con altura y seriedad, como Cepeda o Robledo.
Hoy, la oposición es un circo demoníaco
Amparados por medios encubridores, políticos cínicos, líderes religiosos parcializados y un sector del empresariado voraz, la narrativa que venden los huérfanos del poder es que ahora sí llegó el acabose. Que hasta el 7 de agosto de 2022 Colombia era la Suiza andina, donde el Estado llegaba a cada rincón de la patria, sus políticos se trasnochaban por llevar a sus comunidades el progreso y bienestar prometido y sus dirigentes se preocupaban por ser austeros y cumplir lo que repartir la prosperidad, porque el futuro es de todos. Hoy, es rechinar de dientes y miedo.
El paraíso perdido, pues
Es lamentable ver cómo medios de comunicación y locutores reconocidos, se prestan dichosos para inflar las dificultades propias de un país complejo y minimizar o invalidar los logros que se alcancen. Han sido ocho meses del gobierno de Gustavo Petro en el que ha primado el respeto a la oposición (así no sea inteligente), donde ha concertado algunas reformas (es con la ciudadanía, con el pueblo, no con los politiqueros ladrones de siempre como Toro, Gaviria o Uribe) y ha colocado al país en el escenario internacional con temas como el cambio climático, la defensa de la Amazonía o la recuperación de la democracia en Venezuela.
Ah, pero eso no importa
Elementos que, si no fuera por la “vil” envidia, se hablaría en los medios hegemónicos. Pero no, como oposición infantil y rastrera, llaman a los corruptos de siempre para que dicten cátedra de buen gobierno. El partido de la tercera y cuarta letra, por ejemplo, desempolva a la momia ideológica que tienen por mesías y se pasea por el país ofreciendo la Tierra Prometida de la mano firme y el corazón agigantado, como si no tuviéramos 6.402 testigos mortales de la efectividad de esa política de odio. O diciendo sandeces como que “en Colombia el pobre tiene el mismo derecho a la salud que el pobre”. Como el cuento de “El rey va desnudo”, sus áulicos no se atreven a contradecir al ex presi (dente, diario) porque son igual de ciegos o cínicos que él.
Ahora quedan en este circo demoníaco, que es la (p)oposición, bufones sin vergüenza ni gracia, sujetos insípidos intelectualmente como Alirio Barrera, que cree que el Senado es caballeriza (con gente como él porqueriza, tal vez); Julián y José Uscátegui, hijos de un uniformado acusado y condenado por paramilitarismo intentando ingresar a Trumpicadas al reciento de la Cámara (así el otrora diario leer de los antioqueños ponga en duda el “intento de toma violenta”, como publicaron ellos); Miguel Martin Polo Luther Polo King, afroindígena gay líder de todas las minorías que él encarna y que sólo le falta autonombrarse animalista, pues eso junto a la ignorancia, envidia, aporofobia, acomplejamiento y cretinismo lo tiene muy desarrollado o Miguel Turbay, versión 2.0 de su lumbrera familia y digno representante de los genes de su abuelo.
Y falta la cuota femenina: la paloma de la guerra y la que no está en sus cabales, quienes dentro y fuera de las fronteras nacionales hacen el ridículo anunciando el plan de los Sabios de los Protocolos de Sión, de Luis Inacio “Lula” da Silva, de los reptilianos y los pandorianos avatares azules Na´avi para tomarse el mundo y volvernos súbditos de Lenin (pero no Moreno, ese sí “gente de bien”), Mao y Putin, que para ellas es la misma melcocha.
Dan pena, risa, lástima y miedo
Así manipulen como esta casa informativa que puso el fin de semana una imagen de marchas uribistas viejas para esconder la lánguida respuesta ciudadana como si fueran recientes, de pedófilos que creen que saben gobernar ahora que les pasó el cuarto de hora o de politiqueros huérfanos de la ubre estatal o preocupados porque se les caen los emprendimientos de polvillo blanco para alegría adulta, Gustavo Petro, el presidente Petro, va bien y millones de colombianos lo respaldamos.
¿No les gusta Petro? ¿Cómo decían ustedes? Ah, sí: “duélale a quien le duela” … De malas.
Fuente: 360 radio