Como parte del compromiso de este país para eliminar la deforestación en el mundo, el Parlamento noruego votó a favor de prohibir la compra de biocombustibles con productos de palma que no demuestren que fueron producidos de manera sostenible.
En junio de 2016, Noruega se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la deforestación. Para ello, los noruegos se comprometieron a que todos los productos en sus mercados provendrían de productos con cadenas de producción “limpias”. Una primera medida fue detener las donaciones, contratos e inversiones nacionales con compañías que tuvieran lazos con la deforestación.
Ahora, el país da un nuevo paso adelante en la lucha contra la deforestación, al aprobar la prohibición de que la industria de biocombustibles noruega compre aceite de palma y otros productos asociados a la deforestación, a partir del primero de enero del año 2020.
“La decisión del Parlamento Noruego sienta un importante precedente a otros países y subraya la necesidad de hacer una seria reforma a la industria mundial de la palma de aceite”, dijo tras la decisión Nils Hermann Ranum, del grupo conservacionista Rainforest Foundation Norway.
“Esta es una victoria para los bosques y para el clima”, añadió.
Una amenaza a los bosques
La industria de la palma de aceite –junto a la ganadería vacuna y la soya– se han convertido en los peores motores de la deforestación en todo el planeta.
En septiembre de 2018, la organización Greenpeace lanzó un informe en el que señaló que por lo menos 25 empresas explotadoras de aceite de palma, 20 de las cuales están vinculadas a marcas internacionales, fueron las culpables de la desaparición de 1.300 kilómetros cuadrados de selva en Indonesia, en lugares claves para la supervivencia de orangutanes.
Gigantes multinacionales como Colgate-Palmolive, General Mills, Hershey, Kellogg’s, Kraft Heinz, L’Oreal, Mars, Mondelez, Nestlé, PepsiCo, Reckitt Benckiser y Unilever estarían comprando aceite de palma africana cuya procedencia estaría relacionada con la tala y quema del bosque y, además, con la violación de derechos humanos de pueblos indígenas.
Tras la fuerte evidencia presentada por Greenpeace, Wilmar, la mayor comercializadora de palma de aceite en el planeta, prometió que para 2020 su cadena de suministro sería completamente limpia.
No obstante, hubo fuertes protestas en Indonesia, pues la empresa no dijo cómo lo haría ni qué medidas puntuales tomaría. Por eso, meses más tarde, Wilmar accedió a monitorear vía satélite a todas las fincas a las que compra su aceite, una de las exigencias de Greenpeace para tomarse en serio las promesas de la compañía.
La palma de aceite en Colombia
La palma de aceite es la oleaginosa más productiva del planeta; una hectárea sembrada produce entre 6 y 10 veces más aceite que las demás.
Colombia es el cuarto productor de aceite de palma en el mundo y el primero en América.
Colombia tiene 516.961 hectáreas sembradas aproximadamente, de las cuales 430.884 hectáreas están en producción plena y 86.077 hectáreas tienen cultivos en desarrollo.
La producción involucra a 160 municipios en 21 departamentos del país.
Según Fedepalma, 4.500 palmicultores de pequeña escala, gozan de la mayor inclusión social y económica en el agro colombiano, lo cual representa 170.794 puestos de trabajo entre directos e indirectos que benefician a miles de familias colombianas.
En la industria palmera concurren 69 núcleos palmeros que reúnen a 6.000 productores, además existen 133 alianzas productivas estratégicas entre palmicultores de pequeña, mediana y gran escala en las 4 zonas palmeras.
El consumo per cápita en el país es de 20,1 kg (aceite de palma crudo) – 0,70 kg (aceite de palmiste). El valor estimado de la producción asciende a 3.7 Billones de pesos.
El total de ventas aproximadas llega a 1’610.587 toneladas, de las cuales 807.434 toneladas se venden en el mercado interno (50,13 %) y 803.153 toneladas se venden en el mercado internacional (49,87 %).
Colombia además exporta 679.119 toneladas de productos desarrollados con palma de aceite y así mismo importa 208.659 toneladas de productos, algunos de primera necesidad.
La versatilidad de la palma de aceite permite múltiples usos en las industrias de alimentos, oleoquímica energías renovables y de productos derivados de la biomasa, amigables con el medio ambiente como: aceites comestibles, alimentos concentrados para animales, cosméticos, pintura, jabones, detergentes, tintas para impresión, velas y biocombustibles.
Las propiedades de la palma de aceite en la salud y nutrición radican también en que es fuente natural de Vitamina E, antioxidante que protege el cerebro y el corazón.
Febrero 13 de 2019