El Congreso expidió el acto legislativo con el que decretó la reforma constitucional necesaria para crear la Región Metropolitana Bogotá – Cundinamarca. Este era el último paso para hacer oficial el proyecto, que fue aprobado por la plenaria del Senado a mediados de junio y que otorga facultades a la Alcaldía de Bogotá y a la Gobernación de Cundinamarca para diseñar políticas públicas en conjunto sobre movilidad, seguridad, abastecimiento, presupuesto, servicios públicos y otros temas que incidan en la calidad de vida de los habitantes de la capital y sus municipios vecinos.
El acto legislativo, que lleva las firmas de los congresistas Lidio García y Carlos Alberto Cuenca (salientes presidentes del Senado y la Cámara, respectivamente), modificó el artículo 325 de la Constitución Política y reglamentó la Región Metropolitana como una entidad administrativa. “El Distrito Capital, la Gobernación de Cundinamarca y los municipios de Cundinamarca podrán asociarse a esta región cuando compartan dinámicas territoriales, ambientales, sociales o económicas”, dice la nueva norma.
En la Ley aprobada de manera virtual, quedó estipulado que las decisiones que se tomen en el marco de la Región Metropolitana tendrán superior jerarquía sobre las del Distrito, de Cundinamarca y los municipios que se asocien. También, que las entidades territoriales que conformen el Área Metropolitana mantendrán su autonomía territorial, es decir que esta decisión los municipios seguirán manejando sus recursos, elegirán políticamente sus representantes, y no podrán ser incorporados a Bogotá.
Ahora, el paso siguiente queda en manos de la Alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca, que deben someter a votación del Concejo de Bogotá y la Asamblea de Cundinamarca su ingreso a la Región Metropolitana. De esta forma, quedará oficialmente en funcionamiento el mecanismo de integración.
El Congreso a su vez, deberá expedir una Ley Orgánica para definir el funcionamiento de la Región Metropolitana, en el que se debe promover la participación ciudadana y de los entes territoriales interesados en conformar la también llamada “Bogotá Región”. Allí se deben definir el procedimiento y las condiciones para la asociación de los municipios a la Región Metropolitana y el grado de autonomía que esta tendrá.
La nueva norma crea un Consejo Regional, que será el máximo órgano de gobierno del mecanismo de integración y estará conformado por los mandatarios de Bogotá, Cundinamarca y de los municipios de Cundinamarca que se asocien. En cuanto al control político sobre las decisiones que tome la Región Metropolitana, este estará a cargo del Concejo de Bogotá, los concejos municipales y la Asamblea de Cundinamarca.
“Habrá un sistema de toma de decisiones que promueva el consenso. No se contemplará la figura de municipio núcleo como estructura organizacional ni habrá lugar al derecho al veto. Ninguna decisión sobre los temas que defina la Región Metropolitana podrá ser tomada por una sola de las entidades territoriales asociadas. Para las decisiones referentes al nombramiento y retiro del Director, y los gastos y las inversiones de la Región Metropolitana, se requerirá la aceptación de la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca”, se lee en el documento.
Por último, el acto legislativo aclara que la Región Metropolitana no modifica el régimen de financiación de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), ni de los municipios que componen su jurisdicción.
Julio 28 de 2020