Programa “Los Informantes” del canal Caracol revelan profanación de tumbas en Bogotá

Detalles del macabro negocio que se mueve en los cementerios de la capital del país, fue revelado por el programa “Los Informantes” del canal Caracol.

El programa que se ha caracterizado por el morbo y la presentación de historias amarillistas y sensacionalistas, denunció un “negocio macabro” pero muy lucrativo, que presuntamente se ha venido llevando a cabo sin que las autoridades puedan percatarse. Se trata del tráfico de partes del cuerpo de personas fallecidas.

Periodistas del programa “Los Informantes” del Canal Caracol, entrevistaron a una de las personas que dijo estar inmersa en el negocio y que contó lo macabro que puede llegar a ser.

“Me metieron en el negocio porque dicen que tengo sangre fría para sacar y partir muertos”, dijo el profanador cuando lo interrogó el periodista.

Según narra el investigador del canal Caracol, esta práctica clandestina ocurre en los cementerios Central, del Norte, del Sur y Serafín, en Bogotá, y parece ser muy rentable.

Yo soy profanador y vivo de los dientes y de los cráneos, porque ese es un negocio aparte. Los fémur también los compran. Hay cuerpos, dependiendo de cómo esté el esqueleto, que también los compran […]. Los cuerpos los compran los que estudian medicina; el cráneo, también ellos; los dientes, odontología. Claro que el cráneo no va con la caja de dientes; esa va aparte porque cada diente vale 20.000 pesos”, dijo el entrevistado el programa “Los Informantes”.

Cuando le preguntaron cuántos cuerpos podría profanar en una noche y la cantidad de dinero que podría ganar, las cifras que dio son tan aterradoras como la actividad a la que se dedica.

En una noche puedo sacar 100 cuerpos. Por cada cuerpo hay un promedio entre 300.000 y 400.000 pesos. De ese dinero uno debe sacar para pagarle a los vigilantes, al cuadrante. De los 35 millones de pesos que uno se puede hacer, le quedan 15 millones”, aseguró ante las cámaras el personaje con el alias de ‘Carlos’.

La aseveración del entrevistado se sale de toda lógica, teniendo en cuenta que las autoridades distritales no reportan destrucción de cementerios y la profanación y destrucción metódicas de tumbas.

Los profanadores tendrían que dedicarse de tiempo completo a desencajar las losas y ladrillos de cada tumba y volverlas a dejar en el mismo estado para evitar que las autoridades y la comunidad se percataran de la vandalización de las tumbas.

VER: https://www.youtube.com/watch?v=imT5Abj41lc