O sea, fueron los concejales que le dijeron al Alcalde que la ciudadanía estaba súper emputadísima y no la protesta de ésta frente a la sede de la Administración municipal la que logró que se retractara; vaya, vaya. Y todavía hay estúpidos que salen a aplaudirles y agradecerles. Jajajaja.
Estos están peor que quienes ayer vociferaban a voz en cuello frente a la Alcaldía, refiriéndose al burgomaestre de “Alcalde Paisa” o de responsabilizar a la gente por votar por foráneos, ignorando que, soachunos como dicen aquí, raizales, cada día hay un porcentaje menor y que es ilógico pensar en el desconocimiento de todo ese conglomerado de seres que hoy habitan en Soacha, quienes constitucionalmente tienen igual derecho que cualquiera de los nacidos en esta amable y solidaria tierra.
Algunos, como quien pretendía hacer campaña soterrada al candidato perdedor, manifestaba públicamente que era de otro departamento, aunque algunos más de los que tomaron la palabra en la jornada nocturna de quematón de recibos del impuesto predial, quienes no expresaban directamente su origen foráneo, casi lo puedo afirmar, son hijos de extraños o llegados ellos mismos de otras tierras, pero hablan de “soachuno vota soachuno”.
De esa jornada de ayer, en la cual se congregaron por igual los dueños de casas de 3 y 4 pisos, con los de casas que no se les puede llamar tal por su condición de pobreza extrema, quienes gracias a la desacertada decisión de ésta Administración de cobrar de un sólo golpe y en medio de la pandemia lo que no cobraron los anteriores alcaldes, quedará en la memoria colectiva, las declaraciones de la oportunista Representante a la Cámara, doña aprobadora en el Congreso Nacional de cuántas leyes lesionan a las clases más necesitadas, quien en un año víspera de elecciones sale a mostrarse como muy soachuna, cuando a lo largo de su paso por la administración pública lo que ha dejado a esta su tierra es pura cháchara.
Otro que afectó y dejó tambaleando su candidatura, es el aspirante a sucederla en la Cámara de Representantes por Cundinamarca, quien de aparecer en cuanta actividad del Alcalde se realiza, como si fuera el único de los asesores del despacho, en clara campaña política, y mostrado como Alto Consejero del Alcalde, brilló ayer por su ausencia sin asumir la responsabilidad de haber apoyado la decisión de aumentar de manera ilógica y exorbitante el impuesto predial y el avalúo catastral, ni mostrar su voluntad de escuchar a la enardecida ciudadanía para transmitir a su asesorado lo que siente, piensa y quiere el afectado pueblo soachuno. Es decir, que los concejales, quienes ayer le hicieron un desplante a algunos voceros de la comunidad que entraron por petición de ellos mismos a exponerle su inconformidad, le robaron el show y exhibieron un mayor y detestable protagonismo.
Por otro lado, la decisión de cobrar tan alto impuesto predial y de cambiar el avalúo comercial basándose en la nueva figura de catastro multipropósito, reglamentado con el Decreto 148 de 2020 y sustentado en la Ley 1955 de 2019, pudiera estar lindando en la arbitrariedad, lo cual es considerado prevaricato en derecho administrativo y penal, ya sabrán quienes lo aprobaron o los que desde la acera de enfrente los adversan, si hubo extra limitaciones; las leyes en esta aldea siempre tienen una puerta de entrada y una de salida, las cuales se prestan para libres interpretaciones. Cómo dijo el filósofo Diomedes, jajajaja, se las dejo ahí.
* Las opiniones expresadas en este artículo de opinión son del autor y no de SOACHA ILUSTRADA.