Tras la visita de la Alta Consejera Presidencial para Bogotá, Gina Parody, nuevamente se pone sobre la mesa la construcción del denominado Cazucable, obra faraónica para uno de los sectores más abandonados por la desidia de las administraciones, tanto de Soacha como del departamento.
No tiene ninguna justificación que pese a contar con un Conpes donde se financiaba el 80% de la obra y que se tuviera los estudios de factibilidad, ni la gobernación de Cundinamarca, ni la alcaldía de Soacha hubieran informado a la comunidad la razón por que el proyecto dormía el sueño de los justos.
La propuesta estuvo archivada por largo tiempo luego de los graves escándalos de corrupción de la administración pasada de José Ernesto Martínez, personaje nefasto para el municipio de Soacha, y rápidamente fue olvidada por los politiqueros de turno, quienes no tienen la capacidad ética e intelectual para concebir obras de esta magnitud.
Sin embargo, llama la atención que la visita de la Parody sólo se efectúo tras el anuncio por parte del alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro, de la firma de un contrato con la empresa Cable Metro de Medellín para iniciar los estudios técnicos de las primeras líneas del metro cable para Bogotá, que estarán ubicadas en las localidades de Ciudad Bolívar y San Cristóbal.
La primera línea del cable para Bogotá, se construirá en la localidad de Ciudad Bolívar, iniciando su recorrido en el barrio El Paraíso hasta el Portal de Transmilenio en El Tunal, la segunda línea partiría del barrio Moralba, en la localidad de San Cristóbal, hasta el Portal del Transmilenio del barrio 20 de julio, los estudios tienen un costo de 3.966 millones de pesos, y tomarán unos 14 meses.
Consultados expertos en el tema por parte de Soacha Ilustrada, estos aseguran que no tiene sentido la construcción de este tipo de obras en el sector de Soacha, si Bogotá espera construir dos líneas que movilizarán mayor cantidad de personas, y que las transportaran directamente a los portales, mientras el de Soacha las acercaría solamente a una estación que desde ya se sabe que tendrá desbordad su capacidad.
Tampoco no tiene ninguna presentación no contemplar el reasentamiento de algunas personas que habitan sectores de alto riesgo como Villa Mercedes y la Isla, y sin la construcción de vías que permitan el desplazamiento rápido y seguro por las calles de este querido y sufrido sector.
Por otra parte, la Policía Nacional y la administración de Soacha debe aunar esfuerzos para acabar con la mafia de urbanizadores piratas, que desde hace mucho tiempo vienen vendiendo terrenos ubicados en zonas de alto riesgo en este sector, y que junto con los políticos venales son los verdaderos culpables de la sórdida situación que sufren las miles de familias que habitan esa populosa comuna.
La pregunta que se hacen algunos habitantes de Soacha es ¿Qué pretende Gina Parody con el Cazucable de Soacha?, al utilizar un municipio pobre y necesitado para poner palos a la rueda de la administración de Gustavo Petro y minimizar sus obras de gobierno.
Y como era de esperarse, siempre aparecen mantos de duda cuando de contratación de obras públicas en Soacha se trata:
¿Por qué mientras el Metro Cable de Bogotá movilizará 20 mil personas hora, el Cazucable de Soacha solamente movilizara 2 mil?
De acuerdo al informe de los resultados del estudio de prefactibilidad del proyecto entregado por la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá-Metro de Medellín, el costo de la obra sería de 137.953 millones de pesos, sin embargo, en declaraciones públicas del exalcalde José Ernesto Martínez hace dos años a la Revista Semana, aseguró que la línea tendría un costo de 135 mil millones, ahora se anuncia que a precios de hoy tendrá un costo de 127 mil millones. ¿A quién le creemos?
¿Por qué las dos líneas del Metro Cable de Bogotá que tienen más extensión y movilizarán más gente, costará cada una solamente 100 mil millones?
Que lo averigüe Méndez…….
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