«Les enviaría un correo para perdirles que me manden un número de teléfono, Skype, un WhatsApp o algo para poder contactar y poder hablarle a… [hace una pausa, cambia del inglés al castellano y pronuncia lentamente] La Garganta Poderosa. Los conozco como revista, sé que es internacional, y sé que probablemente le hablen a millones de personas de Sudamérica. Sé que están haciendo un gran trabajo, sé de sus orígenes. Se casi todo sobre ustedes. Bueno, casi todo no, pero sé un poquito«, el que habla es el músico inglés Roger Waters, aislado en su estudio hogareño en las afueras de Nueva York, a causa de la pandemia del coronavirus.
Tiene una canción nueva para compartir y se la dedica a La Garganta Poderosa. En el video que el ex vocalista y compositor de Pink Floyd subió a las redes habla del tema que grabó hace unas pocas horas. Se escucha primero una percusión caótica (es en realidad el sonido de los cacerolazos) y toma forma cuando comienza la canción. Entonces Waters entona en inglés y en castellano la letra del tema, que se puede ver en la pantalla de su computadora. Se trata de un cover de «El derecho de vivir en paz«, popularizado por el artista chileno Víctor Jara. «El derecho de vivir, poeta Ho Chi Minh. Que golpea de Vietnam, a toda la humanidad. Ningún cañón borrará, el surco de tu arrozal, el derecho de vivir en paz«.
Pero luego Waters le pone su propia letra, que es la que se ve en la pantalla de su computadora: «From my cell in New York City, I can hear the cacerolazo, I can smell you Piñera. All you rats smell the same. You can shoot you the eyes of the children. You were always that fucking insane. But you’ll never snuff out the flame. And in Jaffa, an in Quito, in Bagdad and Delhi and Maine and Saskatchawan and in Rio. We’re done with living in chains. The river that flows through the streets is a river of brotherly love«.
Y continúa: «So beware Bolsonaro and Trump. The cacerolazo is louder than all of your guns. It’s the beating heart of the people and the message us perfectly plain. Mother earth will never be for sale«.
(Traducido: «Desde mi celular, en la ciudad de Nueva York, puedo escuchar el cacerolazo, puedo oler a Piñera. Todas las ratas huelen igual. Pueden dispararles a los ojos de los niños. Siempre fueron tan «fucking» locos. Pero nunca apagarán la llama. Y en Jaffa, Quito, Bagdad, Delhi, Maine, Saskatchewan y Río de Janeiro hemos terminado de vivir con cadenas. El río que fluye por las calles es un río de amor fraternal». «Así que cuidado Bolsonaro y Trump. El cacerolazo es más fuerte que todas sus armas. Es el corazón palpitante de la gente y el mensaje que nos llega perfectamente claro. La madre tierra nunca estará a la venta«)
Al final de la canción manda saludos. «Esto es de su hermano Roger desde New York City, deseando que estén seguros. No se junten, se abracen ni se besen con gente por las calles. Porque se van a enfermar. Probablemente no sea buena idea estar cerca de mucha gente porque esta es una enfermedad contagiosa. Cuanto menos se enfermen más podrán luchar por cosas valiosas, cuando esta epidemia pase. Por eso, tengan mucho cuidado«.
Marzo 29 de 2020