Se nos fue…María Luisa Parra

La construcción del municipio de Soacha es producto de muchos esfuerzos, de personas maravillosas, anónimas, que con su amor, valentía, transparencia, solidaridad y compromiso, han logrado ayudar a convertir estos dominios en verdaderos hogares. La siguiente nota fue publicada originalmente por el periódico digital CLARIN DE COLOMBIA.

Se nos fue…María Luisa Parra

Por J. Manuel Arango C.

María Luisa Parra, aguerrida luchadora social, de quien tenemos los mejores recuerdos de compañerismo, lealtad y convicción en la lucha revolucionaria. A sus familiares, compañer@s allegad@s, nuestro más sentido dolor de condolencia

Después de una prolongada enfermedad y caracterizada como siempre la compañera María Luisa Parra, como contrariando hasta en eso a quienes pretendieron silenciar su voz mediante el terrorismo o el asesinato, se nos fue; pero fue cuando su último hilo de vida la abandono, mas no por caprichos de sus contrarios explotadores del pueblo.

De bajo perfil, chistes a flor de labio, siempre beligerante, contradictora, polémica, propositiva, ejemplar madre abuela y bis abuela; pero siempre con el más noble sentido de servir a la sociedad; a la que siempre de manera incondicional le estaba tratando de orientar, a pesar de no ocupar cargos directivos; no ser la mejor letrada del planeta, pues siempre hablaba en “español castizo” sin negarle hasta un madrazo a quien se lo merecía. Así, la “reliquia” como algunos le decíamos cariñosamente, donde veía la injusticia, allí estaba como si ese fuera un problema suyo, para orientar en algo, aunque muchos le ignoraban por no ser de las altas élites, sino de su propio pueblo, donde forjo a su querida familia y se ganó el cariño de sus habitantes como es Altos de Cazucá en Soacha, Cundinamarca.

Luisita querida, cuando estuve prisionero injustamente por este régimen de Colombia, o cuando me intentaban asesinar al igual que a mi familia; o cuando pretendieron desaparecerme en ese fuerte militar “Sierra Morena” ¿Recuerdas? cuando con mi esposa e hijos, al frente de una gran turba irrumpieron exigiendo no me fueran a desaparecer hasta que lo lograste, o donando su sangre para quien la necesitaba; siempre estabas allí al lado de mi familia y compañeros, arriesgando su propia vida; porque para usted siempre fue claro la prioridad de la justicia antes que los legados personales; por eso a su querida familia y todos quienes compartimos con usted tan bellas experiencias de vida y de nobleza humana y social; junto con mi querida familia nuestro más sentido pésame de dolor.

Luisa…, segura este que en la transformación de la materia, por allí nos encontraremos a lo mejor más pronto de lo esperado, a lo mejor unas moléculas suyas en los mejores jardines o pastizales, otros como abono para los mismos o de aliciente inspirador para quienes por acá quedan o quedamos.

Fuiste una berraca Luisa, siempre la recordaré y recordaremos. Fuiste en muchas ocasiones nuestra mentora, nuestra guía, compañera, amiga, camarada y sobre todo inspiradora de principios de clase por lo cual su familia y afines, le vivimos siempre orgullosamente agradecidos.