Venezuela: La extrema derecha le apuesta a la intolerancia y la desinformación

Por Henry Barbosa

Tal como ocurre en Colombia, la extrema derecha continua con su campaña publicitaria para defenestrar el régimen democrático de Venezuela, la campaña de los nuevos neo nazis que se han tomado los medios de comunicación en casi todo el mundo, solo informa la versión tergiversada de la situación política del hermano país.

En Venezuela el periodo de postulaciones para los comicios presidenciales del 28 de julio, se cerró el martes 26 de marzo de 2024 a las 00:00 hora local. Pese a que todos los partidos políticos incluidos los de extrema derecha, llamados en Colombia por los medios de comunicación corporativos como coalición opositora, tuvieron la oportunidad de inscribir sus candidatos, sin embargo, los directivos de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora de extrema derecha de Venezuela, no inscribieron a nadie porque no se habían puesto de acuerdo quien reemplazara a María Corina Machado.

Ahora bien, María Corina Machado no podía ser candidata porque esta investigada por la justicia venezolana por haber apoyado al llamado presidente interino Juan Guaidó, quien la extrema derecha trató de manera ilegal imponer como presidente en un golpe de estado apoyado por sus pares en Colombia, Europa, Estados Unidos y sus países satélites.

Cerradas las inscripciones, a última hora la llamada Plataforma Unitaria Democrática (PUD), consiguió una candidata de relleno, Corina Yoris, y trató de inscribirla a la fuerza.

En Colombia y en los países llamados democráticos, cumplido el plazo de inscripciones es ilegal e inútil tratar de inscribir un candidato, pero como para la extrema derecha la ley no les aplica, informaron ante todo el mundo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) les impidió inscribir una candidatura al negarle el acceso al sistema y que todo es una jugada del régimen de Nicolás Maduro.

María Corina Machado dijo en una rueda de prensa publicitada y ampliada por los medios que “Lo que advertimos durante muchos meses terminó ocurriendo: el régimen escogió a sus candidatos” (SIC).

El opositor que sí logró inscribir su candidatura fue Manuel Rosales, actual gobernador del estado de Zulia. Rosales fue postulado por el partido Fuerza Vecinal (VC) y la formación antichavista Un nuevo Tiempo (UNT), que precisamente pertenece a la coalición de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), pero que no le copia a María Corina Machado.

Rosales como no pidió permiso a la señora Machado, ésta ha evitado pronunciarse sobre un eventual apoyo a Rosales.

¿Pero quién es Rosales? Un candidato bastante querido en Zulia donde tiene su fortín político. Su imagen le resta protagonismo a la extrema derecha vinculada con escándalos de corrupción y pasa a un segundo plano a la que se considera dueña de la oposición, María Corina Machado.

La oposición desde ya están regando el cuento que Rosales divide a la oposición porque presuntamente mantuvo contactos con el Gobierno chavista en los últimos meses y que está claro que al final va a ganar Maduro, es decir para que votar.

Lo cierto de todo es que los llamados partidos de oposición ya suman 13 candidatos en la contienda electoral, por tal razón, queda por el piso cualquier señalamiento de que les han negado el derecho a inscribirse para participar en las próximas elecciones presidenciales de Venezuela.

Al margen de la campaña de la ultra derecha, quedó en silencio la captura de dos hombres cuando pretendían atentar contra Nicolás Maduro durante la concentración realizada con motivo de la inscripción de su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los capturados, que se encontraban con armas de fuego a escasos 20 metros de la tarima presidencial, fueron identificados como Jerry Argenis Ostos Perdomo y Carlos Eduardo Castillo, quienes aseguraron que militan en la organización Vente Venezuela (VV), fundada por la opositora e inhabilitada política María Corina Machado.

Así las cosas, Venezuela transita en las aguas turbias de la intolerancia y la desinformación, donde es preocupante y lamentable que la agresividad de una minoría de ciudadanos intolerantes, no reconozcan la importancia del debate informado, libre e inteligente, mientras miles de personas consientes o engañadas, siguen como parias tratando de entrar a Estados Unidos pasando por el tenebroso Tapón del Darién y aguantando humillaciones en México y los demás países centroamericanos que están en la misma situación.

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