Cundinamarca invierte $1.741 millones en conservación hídrica mediante Pagos por Servicios Ambientales

Siete municipios del departamento se beneficiarán con proyectos de reforestación, energías limpias y alternativas productivas para proteger ecosistemas estratégicos.

La Gobernación de Cundinamarca, a través de la Secretaría de Bienestar Verde, firmó una serie de acuerdos estratégicos bajo el esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA), con el objetivo de conservar ecosistemas clave para la protección hídrica en el departamento, con una inversión de $1.741 millones. Los municipios beneficiados son Chaguaní, San Francisco, Une, Cogua, Tausa, Jerusalén y Beltrán.

Protección directa a más de 1.300 hectáreas

Cinco de estos municipios —Chaguaní, San Francisco, Une, Cogua y Tausa— concentrarán esfuerzos en la conservación de 1.372 hectáreas mediante alianzas con juntas de acción comunal y asociaciones de productores. Las acciones incluyen reforestación, instalación de cercas, construcción de viveros, sistemas de energía limpia y mejoras en infraestructura hídrica.

“En Cundinamarca, conservar sí paga. Trabajamos de la mano con comunidades y actores locales para proteger nuestras fuentes de agua”, afirmó Diego Leandro Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde.

Inversión detallada por municipio

  • Chaguaní: $213 millones para proteger 158 hectáreas en la vereda Melgas, con siembra de árboles y kits agrícolas para 28 familias.

  • San Francisco: $372 millones destinados a 235 hectáreas, incluyendo una cabaña educativa, paneles solares y un vivero de especies en riesgo.

  • Une: Dos acuerdos por $650 millones para salvaguardar el río Taguaque, abarcando 773 hectáreas.

  • Cogua: $178 millones para la protección del río Neusa, con reforestación y proyectos apícolas que beneficiarán a 417 familias.

  • Tausa: $325 millones para el control de especies invasoras y reforestación en quebradas críticas.

Alternativas contra la deforestación

Como estrategia complementaria, en Jerusalén se invertirán $110 millones en galpones avícolas para reducir la tala de bosque seco tropical, mientras que en Beltrán se destinarán $63 millones a granjas de gallinas ponedoras, buscando sustituir prácticas nocivas como la producción de carbón vegetal.

Estos proyectos refuerzan el compromiso de Cundinamarca con la sostenibilidad, combinando conservación ambiental y desarrollo comunitario.

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