Vecinos del barrio León XIII se llevaron una inesperada sorpresa al hallar una babilla dentro de una casa. El reptil, que era mantenido por traficantes de fauna silvestre en una pecera y alimentado con carne y pollo, fue rescatado por la CAR y trasladado a un centro especializado.
Los habitantes del barrio León XIII, en el municipio de Soacha (Cundinamarca), vivieron una escena insólita tras descubrir la presencia de una babilla dentro de una vivienda. El hallazgo generó preocupación entre los vecinos, quienes alertaron de inmediato a las autoridades ambientales al desconocer cómo reaccionar ante la presencia del reptil.
Uniformados de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental, junto con expertos de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), llegaron al lugar para atender la emergencia. Una vez allí, comprobaron que el animal permanecía encerrado en una pecera y era alimentado de forma inadecuada con carne y pollo, lo que ponía en riesgo su bienestar y salud.
La babilla fue trasladada a un centro especializado donde recibirá atención veterinaria y será sometida a una valoración médica completa. Según los expertos, este tipo de reptiles suelen habitar en ríos, lagunas y humedales, por lo que su presencia en zonas urbanas aumenta la posibilidad de incidentes y afecta el equilibrio ambiental.
Aunque no es una especie que ataque con frecuencia a las personas, la babilla puede mostrarse agresiva si se siente amenazada. Por ello, la CAR reiteró el llamado a no interactuar con fauna silvestre y evitar su manipulación o alimentación cuando aparece en entornos residenciales.
Este caso reaviva la discusión sobre el tráfico y la tenencia ilegal de animales silvestres en Colombia. Las autoridades recordaron que mantener fauna silvestre en espacios reducidos constituye una infracción ambiental y puede acarrear sanciones. “El llamado es a proteger la vida silvestre y permitir que cada especie permanezca en su hábitat natural”, enfatizó la entidad.
El rescate del reptil dejó un mensaje claro para la comunidad: la convivencia con la fauna silvestre requiere responsabilidad y un manejo adecuado para garantizar tanto la seguridad de los habitantes como la conservación de las especies.