CAR recuperó un predio de alto valor ambiental ocupado ilegalmente por un particular durante casi dos décadas

Luego de casi dos décadas de litigio, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) logró recuperar un predio de 124 hectáreas ubicado en la vereda El Verjón Alto, zona rural de Bogotá. El terreno, de gran importancia ecológica y ancestral, será convertido en un espacio de educación ambiental con enfoque etnocultural.

Después de un extenso proceso judicial que duró casi veinte años, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) logró la recuperación de un predio de 124,15 hectáreas en la vereda El Verjón Alto, en la zona rural de Bogotá. El terreno, que hace parte de la cuenca del río Blanco, es considerado un mosaico de ecosistemas altoandinos y de páramo con un importante valor ecológico, histórico y cultural.

La decisión fue ratificada por el Tribunal Superior de Bogotá en junio de 2024, que confirmó el fallo de primera instancia emitido por el Juzgado 45 del Circuito de Bogotá en 2020, reconociendo a la CAR como única propietaria legítima del terreno. Finalmente, en julio del mismo año, el ocupante acató la orden judicial y entregó el inmueble, poniendo fin a un prolongado conflicto de propiedad.

El predio fue adquirido por la CAR en 1996 mediante compraventa al Departamento de Cundinamarca, con el objetivo de conservar los ecosistemas de páramo y proteger la biodiversidad de la zona. A pesar de estar amparado por la Escritura Pública 3631 del 12 de diciembre de ese año, en 2005 un particular se apropió ilegalmente del terreno alegando derechos de posesión material. Desde entonces, la Corporación debió enfrentar múltiples acciones judiciales que retrasaron la restauración del área.

Un territorio de riqueza ecológica y ancestral

El área recuperada es hogar de especies de flora altoandina que cumplen funciones vitales en la regulación hídrica, la captura de carbono y la conservación de la biodiversidad. Además, posee un profundo valor ancestral: el terreno hace parte del resguardo muisca Saque, reconocido como un espacio sagrado donde antiguamente se realizaban ceremonias rituales y observaciones astronómicas.

En su interior también se encuentra un tramo del histórico Camino Real Soachí, con una extensión de 1.775 metros, símbolo de la conexión entre la historia precolombina y la actualidad.

“La recuperación de este predio representa para la CAR la oportunidad de proteger, restaurar y conservar un área de páramo, honrando el compromiso de promover la gobernanza ambiental del territorio a partir de espacios de alto valor ecosistémico”, afirmó el director general de la entidad, Alfred Ballesteros.

Un nuevo centro de educación ambiental con enfoque etnocultural

La CAR anunció que el predio será transformado en un punto de educación ambiental con enfoque etnocultural, donde se fomentará la apropiación social del territorio, el rescate de saberes ancestrales y la reconstrucción del tejido social en torno al respeto por la naturaleza.

Queremos que este espacio se convierta en un escenario vivo de aprendizaje y conexión espiritual con la tierra, donde converjan la ciencia, la cultura y la memoria de los pueblos originarios”, señaló Ballesteros.

Un precedente para la defensa ambiental en Cundinamarca

Este fallo marca un precedente importante en la defensa de los bienes ambientales de uso público y refuerza la autoridad de la CAR frente a las ocupaciones ilegales de terrenos destinados a la conservación. Asimismo, fortalece la confianza ciudadana en los procesos judiciales que buscan garantizar el interés colectivo y la protección de los ecosistemas estratégicos del territorio.

Durante los últimos años, la CAR ha liderado distintos procesos de recuperación ambiental en Cundinamarca, consolidando su papel como una de las entidades más activas en la defensa del patrimonio natural del país.