En Soacha marcharon en contra de la reforma a los manuales de convivencia de los colegios. La polarización, la radicalización, el fanatismo y el desconocimiento, fue la constante durante la protesta.
Al igual a lo sucedido en varias ciudades de país, unas 500 personas en las que se encontraban varios menores de edad, desfilaron por la carrera séptima y se congregan en el parque principal de Soacha frente a la Alcaldía.
Con el grito de “Renuncie, renuncie, renuncie”, varios padres de familia, rectores y profesores de colegios cristianos, miembros de la iglesia católica y de congregaciones cristianas, algunos con Biblia en mano, desfilaron de manera pacífica exigiendo la cabeza de la ministra de Educación Gina Parody.
Durante la marcha los asistentes denunciaron la supuesta ideología homosexual de la funcionaria y que está estaría promoviendo en los colegios la imposición de una ideología de género.
Algunos de los asistentes hablaban de una serie de imágenes pornográficas que desde hace varias semanas vienen circulando en las redes sociales y que según los manifestantes serian de las cartillas del Ministerio de Educación.
A pesar a que se comprobó que dichas imágenes eran falsas, algunos promotores de la protesta insistían en la validez de dichas cartillas.
Muchos de los marchantes declararon que ignoraban que el Ministerio de Educación había dejado en claro que la revisión de todos los manuales de convivencia es una obligación que tienen que asumir los colegios y el Ministerio por orden de la Corte Constitucional, directriz que surgió a raíz del suicidio del estudiante bogotano Sergio Urrego, quien se suicidó en agosto de 2014 después de haber sufrido el matoneo de su institución por su condición de hombre gay.
Durante la concentración en el parque principal uno de los promotores de la protesta manifestaba “que con las cartillas se pretendía adoctrinar la conciencia de los niños con una ideología pervertida” (sic).
En un ambiente de completa polarización la protesta se disolvió sin ningún incidente alrededor de las cinco de la tarde.