Amplia controversia se generó con las declaraciones de Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., en donde advirtió que Washington ayudará a los “gobiernos legítimos” de América Latina para evitar que las últimas manifestaciones, presentadas en distintas naciones de la región, se conviertan en “sublevaciones”.
Ante los movimientos de descontento que han surgido en Chile y Colombia, Pompeo afirmó, que la respuesta gubernamental a las protestas refleja el “carácter de los gobierno democráticos legítimos”, y justificó la posible participación de EE. UU. en los esfuerzos antidisturbios de esos países.
El secretario de Estado también precisó que Venezuela y Cuba podrían estar detrás de la incitación a la violencia y los desmanes de las concentraciones latinoamericanas, argumentando que intentan convertir las democracias aliadas en “dictaduras”.
Aunque Pompeo subrayó que la administración del mandatario Donald Trump no planea hacer una intervención militar en territorio venezolano, aseguró que Nicolás Maduro dejará pronto el Gobierno. Al mismo tiempo, el funcionario defendió el “realismo” de las políticas estadounidenses durante un discurso que ofreció en la Universidad de Louisville, estado de Kentucky.
“Hemos aprendido por la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos trabajado para privar a Maduro y a sus aliados de los ingresos del petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano“, dijo Pompeo.
El jefe de la diplomacia afirmó que está seguro de que el régimen chavista va a caer, y comparó su situación a la del dictador rumano Nicolae Ceausescu, que en julio de 1989 dijo que el capitalismo nunca llegaría a su país y que antes del final de ese año murió ejecutado, luego de ser derrocado.
“Estoy orgulloso de lo que hemos hecho en la región, queda mucho trabajo por hacer en nuestro patio trasero, en nuestro Hemisferio”, dijo Pompeo, refiriéndose a Latinoamérica.
Diciembre 4 de 2019