CICLO: “El cuerpo no es el enemigo”

¿Alejarnos de los demás nos mantendrá a salvo?

La Factoria L’Explose siempre se ha destacado por brindar espacios de reflexión y encuentro en torno a la danza y el movimiento como el Ciclo “El Cuerpo No es el Enemigo”, en temporada digital hasta el 28 de octubre a través de la plataforma www.lexplose.com.  Un homenaje a la concepción del cuerpo, propio y ajeno y las posibilidades de expresión; que cuenta con la participación de reconocidos coreógrafos, bailarines y compañías como Maquina Somática, Natalia Orozco, María José Arjona y la cuota internacional a cargo del reconocido coreógrafo israelí, radicado en España, Sharon Fridman. Además, se destacan las obras Arquetipo de Julian Alvarado que cuenta con la participación de niños con síndrome de down y 2/3 y Un Baño, de ConCuerpos danza inclusiva, una obra telemática que será trasmitida en vivo por Facebook Live el 23 de octubre a las 6:00 p.m.

En este momento, el mundo entero se enfrenta a una nueva realidad que nos obliga a un distanciamiento social, en el que “el otro” se convierte en un enemigo en potencia que puede poner en riesgo nuestra salud.  El futuro que se vislumbra, al menos durante los próximos meses, nos pide alejarnos de los demás para estar a salvo. En este momento, el cuerpo es la víctima y el verdugo al mismo tiempo. “Para este ciclo, le hemos pedido a distintos artistas reflexionar sobre el concepto que el cuerpo no es el enemigo, como acto de resistencia frente a una realidad que quiere llevarnos a temer al otro. Queremos rendir un homenaje al cuerpo, propio y ajeno, así como a la posibilidad de volver a acercarnos a otro cuerpo, sin pensar que es un enemigo” afirma Juliana Reyes, directora de L’explose Danza y la sala La Factoria.

Explorar la diferencia, no adaptarse a un modelo, crear, expresarse desde las posibilidades particulares de cada cuerpo es evidente en el trabajo de Julian Alvarado y su obra “Arquetipo”, con la participación de niños con síndrome de down; una obra donde los límites entre la danza y el teatro son difíciles de trazar ya que sus protagonistas son artistas que difícilmente ponen límites a sus herramientas emotivas de comunicación. Con sencillez y honestidad este trabajo expone preguntas que a todo ser humano le rondan la cabeza… Siguiendo esta línea de creación, la compañía ConCuerpos, pionera en Colombia en danza inclusiva presenta “2/3 y Un Baño”, una obra que expone situaciones inspiradas en experiencias individuales y grupales, a las cuales, la compañía se enfrenta constantemente, retos de accesibilidad que generan una necesidad de asistencia y una ruptura de la intimidad. Este performance telemático propone que los y las bailarines bailan al mismo tiempo en diferentes espacios -cada uno en su propio baño- conectados a través de un software de telecomunicación.

La reconocida artista del performance María José Arjona, nos presenta “Pasos”, un trabajo que nace como parte de un proceso creativo que se desarrolla en la Sierra Nevada de Santa Marta en el 2018. Las “cosas” que aparecen en el video son percibidas como espacios de conocimiento o cápsulas contenedoras de posibles futuros que suscitan otras formas de percibir, habitar y escuchar este mundo. La bailarina y coreógrafa Natalia Orozco junto a Paola Escobar presentan “Misivas Entre Dos Cuerpos”, un gesto audiovisual danzado y configurado desde la forma epistolar en la que dos personas se vuelven a encontrar luego de una década de desconexión.

También hace parte del ciclo, La Máquina Somática dirigida por Alexander Guembel y Javier Gutiérrez, quienes en esta oportunidad nos presentan “Enemies o Lo Que No Quiere Vivir, Hay Que Matarlo” una pieza construida en gran medida con materiales que estaban guardados en la memoria creativa de la compañía, y que han sido intervenidos, modificados, saboteados, en un ejercicio para recordar y redescubrir. Y para cerrar el ciclo, Sharon Fridman presenta dos dúos distintos: “147 Abrazos”, un extracto de la obra “Dosis de paraíso”, su más reciente creación, una exploración sobre el amor y las relaciones y “¿Hasta dónde?”, pieza donde Fridman va al límite de la manipulación física entre dos cuerpos, que solo es posible gracias al apoyo y la confianza de uno en otro.