Del dicho al hecho

Por Octavio Quintero

El propio Pdte Petro denunció el martes, 28.05, en su cuenta X, que la Nueva EPS ocultó deudas por $5 Blls en 2023. “La familia Vargas Lleras debería responder”, dijo.

Ocultar pasivos es delito penal, asociado, jurídicamente, a falsedad ideológica, castigable con prisión de 5 a 10 años. El servidor público que conozca de la comisión de un delito, y no tenga competencia para investigarlo, deberá denunciarlo “inmediatamente ante la autoridad competente”, reza el Código de Procedimiento Penal (art. 67).

Los medios de comunicación de Colombia, incluidas las redes sociales, estan llenas de denuncias de todo tipo, más en el gobierno Petro, azuzados por sus propietarios, que los han lanzado a la abierta oposición política, es decir, los han politizado… Y nada de nada.

El país parece un caldo de cultivo en el que pasa de todo, pero no se ve nada. En el Manual de Procedimiento de la Fiscalía se lee que las fuentes “no formales” de que dispone el ente acusador, para abrir una investigación, están las noticias difundidas por los medios de comunicación (pág. 23). Aquí, en este solo caso, grave, muy grave, por provenir de quien proviene (el Presidente), y por ser el acusado, quien es (el ex vice Vargas Lleras), tenemos dos omisiones, tan graves, como la misma denuncia: 1. La del Presidente, al no denunciar formalmente, como ordena el art. 67 del Código de Procedimiento Penal; y 2. La Fiscalía, al no abrir la investigación pertinente, tomando la noticia como fuente no formal de denuncia.

Como este, el ambiente nacional está cargado de denuncias que solo sirven de alimento a los medios y las redes sociales para intoxicar a la población; polarizarla y tensarla, hasta un latente y peligroso, por lo impredecible, estallido social.

Pareciera que los unos y los otros quisieran jugar ‘El juego del calamar’; más los unos que los otros; más los otros que los unos, según la subjetividad y fanatismo de cada quien… Muy difícil detener este mortal juego, las cartas están echadas…

Pero una manera de encauzarlo, y tal vez morigerar, sería la justicia, llevando cada caso ante los tribunales; y si los implicados no los denuncian, por cualquier razón: miedo, connivencia, omisión o desidia (‘importaculismo’), entonces que la Fiscalía, que no puede sacar el bulto, inicie las investigaciones del caso, basada en sus fuentes no formales, que incluye también, llamadas telefónicas, anónimos, informantes o correo electrónico. Pero algo qué hacer…

Así como vamos, vamos mal: por eso estamos como estamos.

oquinterofer@gmail.com