Intolerancia religiosa

HUEVO

Por Eduardo García, exclusivo para Soacha Ilustrada.

Nadie en sus cinco sentidos puede pensar o justificar que por la visita del Papa Francisco todas las actividades normales de los millones de habitantes de la ciudad de Bogotá sufran traumatismos.

Primero fueron los medios de comunicación, autodenominados el cuarto poder, quienes siguiendo la moda de “la noticia como negocio”, han inundado todas sus transmisiones y publicaciones con noticias de la llegada del Papa Francisco, incluso se han inventado colocar relojes marcando el tiempo regresivo de la llegada del prelado como si todos los colombianos estuvieran pendientes minuto a minuto de su llegada.

Bogotá como era de esperarse declaró “Día cívico” el día jueves, algo normal con respecto a la dignidad del visitante y en cierto sentido por el traumatismo que esa visita puede causar “ese día a la ciudad”, lo que no está muy claro es porque Soacha copia la medida y también declara “Día cívico en Soacha”, más si el Papa ni de riesgos se asomará por estos pagos.

El artículo 19 de la Constitución de 1991 que consagró en Colombia la libertad de culto o libertad religiosa, sirve para tres cosas, “para nada, para nada y para nada”, de la misma manera como muchos opinan que da lo mismo que los funcionarios de la Alcaldía de Soacha laboren o tengan día cívico, realmente a nadie le importa y creo no mentir si digo que llegado ese día absolutamente nadie notara que no hay atención al público.

Queda un mal sabor, ¿Se eligió un Alcalde o un religioso? Somos muchos los que no profesamos ningún tipo de religión y que respetamos profundamente  a los que si profesan un credo en específico, daríamos la vida inclusive por hacer respetar ese derecho, a que puedan profesar la religión que mejor les parezca, sin embargo, también exigimos que los funcionarios públicos respeten lo estipulado en la Constitución, es decir el derecho de cada personas a elegir libremente su religión, de no elegir ninguna, o de la de negar la existencia de Dios.

En los años cincuenta Colombia vivió una guerra fratricida que costó la vida a más de 300 mil personas, muchos de los cuales fue por causa de la intolerancia religiosa, ojala esos hechos no vuelvan a ocurrir en la tierra de nuestros mayores.

Bienvenido el Papa Francisco, pero la algarabía de los medios de comunicación y del Gobierno Nacional sobre su impacto para cambiar al país, además de falsa, empalaga.

VER: https://soachailustrada.com/2016/08/la-visita-del-papa-francisco-a-soacha/

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