Por Henry Barbosa
Después de 37 días de manifestaciones y tomas de vías, el Ministerio de Educación y Fecode llegaron a un acuerdo para levantar el paro de maestros.
Fue un acuerdo entre el sindicato más importante del país y la peor ministra de Educación de los últimos años, incluido el criminal gobierno de Álvaro Uribe, y eso ya es un decir.
Fecode firmó el acuerdo presionado por la llegada de la época de vacaciones, donde prácticamente se volvía insostenible el paro, y por qué la ciudadanía cansada de los miles de problemas y el caos que acarreaba el cierre de vías empezaba a darles la espalda.
El Gobierno también firmó porque el presidente Juan Manuel Santos, con el sol a sus espaldas, empieza en su agonía a ser «estrangulado» por los políticos que ven acercarse la época de elecciones.
¿Quién ganó? Ninguno, incluidos los 8 millones de estudiantes que perdieron sus clases y que como ha pasado en paros anteriores, nunca los profesores reponen de manera justa.
Perdieron los docentes que aunque lograron un aumento considerable y una nueva bonificación, todo fue al fiado, porque la tal bonificación se hará de manera gradual hasta el año 2020.
Para Fecode lo más grave fue la pérdida de credibilidad y apoyo de la sociedad, su «cacareado» discurso que el paro era por la educación en Colombia, quedó desenmascarado, ¿Cuál educación superior? ¿Cuál calidad de la educación? ¿Cuál Icetex? Todo se quedó en nivelación salarial, primas y bonificaciones y como siempre, pago de los días de paro como si no hubiera pasado nada[1].
En todas las ciudades colombianas la gente humilde, trabajadora, empezaba a protestar por los cierres intempestivos de vías por parte de grupos de docentes, insolidaridad con la gente trabajadora que en últimas son los que siempre terminan “pagando el pato”. Por el contrario los docentes en huelga, con su salario asegurado protestaba de lunes a viernes y desaparecían los fines de semana, e inclusive como los docentes de Soacha que tuvieron tiempo para parrandear con todos los gastos pagos por parte de la Alcaldía de Soacha en la ciudad de Melgar.
Perdió el Gobierno, cuyo presidente viajero parecía en “Babia” y nunca les dio la cara o enfrentó la huelga como era su obligación, mandó a doña Yaneth Giha, la ministra de Educación más mediocre que se tenga noticia y como era de esperarse firmó la nivelación salarial y la sacó barata con respecto a su responsabilidad en la crisis educativa qué vive el país.
Perdió la sociedad, otro paro donde los más afectados fueron los 8 millones de niños que perdieron sus clases y que como siempre ha pasado no serán repuestas adecuadamente a pesar de los anuncios rimbombantes del Ministerio de Educación.
La crisis que vive la educación en Colombia pasó a segundo plano y nadie quiere hablar del tema, el Gobierno haciendo agua entre su politiquería, mediocridad y corrupción y los docentes aplicando el adagio que “es mala educación hablar con la boca llena”.
[1] http://soachailustrada.com/2015/05/845/ Rescatado mayo 14 de 2015
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