El representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, impugnó el fallo del juzgado 30 civil del circuito de Bogotá, que le ordenaba disculparse por sabotear un homenaje hecho por familiares de miles de jóvenes asesinados por militares colombianos.
El legislador de extrema derecha, lejos de disculparse, se reafirmó en sus ataques a las víctimas e impugnó esa orden, por lo que ahora el Tribunal Superior de Bogotá tendrá que definir el futuro de esa acción con la que se buscaba una retractación de parte del congresista.
Polo Polo recibió la orden judicial en un fallo de tutela interpuesto en su contra, luego que el pasado 6 de noviembre, en la Plaza Núñez, un enorme espacio ubicado en el Capitolio Nacional, en el centro de Bogotá, saboteó y destruyó una exposición con la que las Madres del Soacha tendían un homenaje artístico a sus familiares asesinados por el Ejército durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Las Madres de Soacha, colectivo de mujeres cuyos hijos fueron asesinados por miembros del Ejército para hacerlos pasar como guerrilleros abatidos, habían instalado un homenaje artístico para honrar a sus familiares muertos. Para ello, usaron decenas de botas de caucho, una prenda que ha ganado simbolismo, al haber sido usada con los jóvenes asesinados como parte del falso uniforme para hacerlos pasar como guerrilleros. Polo Polo, en un video para sus redes sociales, inclusive se grabó mientras recogía las botas y decía: “Estas botas deben ir a donde pertenecen, al canasto de la basura”.
Este sujeto afín al “uribismo” y al Centro Democrático, no solo denigró y humilló a las madres de las víctimas, sino que también sugirió falsamente a los medios de comunicación corporativos que las Madres de Soacha, organizadoras del homenaje, habían recibido algún tipo de pago. Sin embargo, la afirmación que quizá causó la mayor parte de los rechazos fue cuando puso en duda la cifra de los 6.402 asesinatos o falsos positivos, que, según dijo, “no puede ser soportada ni por los tribunales de Justicia y Paz, ni por la Fiscalía General de la Nación, ni por la JEP”. Argumento engañoso y negacionista, ya que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) calculó en 2021 que, entre 2002 y 2010 ―el periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez―, esa fue la cantidad de jóvenes asesinados por el Ejército y que incluso, decenas de militares han confesado haber participado en esas ejecuciones.
Polo Polo a la salida de la sede de la Corte Suprema de Justicia, manifestó: “Yo no tengo que disculparme por nada porque yo no he cometido crímenes ni fui autor de falsos positivos. Nosotros no estamos negando la existencia de los falsos positivos. Lo que estamos criticando, lo que estamos cuestionando, es esa cifra inflada sin ningún sustento”. Con esa cifra, añadió, la izquierda ha hecho “politiquería”, y aseguró que su petición es que se muestren las listas con los nombres, los números de cédula y los lugares en que ocurrieron los asesinatos.
A nivel nacional e internacional sorprendidos por las declaraciones del representante de la extrema derecha colombiana, no solo por el acto bochornoso de haber destruido el homenaje a las víctimas inocentes de la política de “seguridad democrática”, impuesta por Uribe Vélez, sino que en vez de pedir el nombre de los asesinos y de quienes dieron la orden de cometes esos asesinatos, pide revictimizar a las víctimas y sus familias al pedir que le certifiquen los nombres y cédulas de cada uno de las víctimas.