En Suacha #EsconAcciones ¿Cuáles Acciones?

JIMENEZ-ANDRES-1Por Andrés Jiménez**

Los escenarios locales no deben estar alejados de los próximos grandes debates político – electorales en el país. Bueno, quizá decir grandes debates sea pretensioso, pero al mismo tiempo, hacer mención a grandes debates permita poner sobre la mesa la necesidad de debate que implica las próximas elecciones a la presidencia y al Congreso en Colombia, en el primer semestre de 2018, desde lugares como Suacha.

Suacha, como uno de los escenarios locales que requiere de una amplia convergencia de actores, debido a la macabra confluencia de problemáticas de carácter internacional, nacional y local, requiere que los sectores políticos y sociales no descuiden, en perspectiva nacional, su participación de los próximos escenarios político – electorales. Tres perspectivas deben ambientar el debate.

Lo internacional: Los problemas medioambientales de la ciudad no deben ser abordados como asuntos de una élite política que los activa en la opinión cada que se acerca la contienda electoral, por el contrario, son asuntos que deben permitir la convergencia de cada actor presente en el territorio, de tal forma que se permita su abordaje en perspectiva de problema público global; como un problema que se presenta en el territorio y logra sus amplios impactos a nivel global, así como exige que su atención se suscriba en las agendas de actores internacionales, dada la incapacidad (en todas las áreas) demostrada por las autoridades locales.

Lo nacional: La implementación de lo acordado en la Habana entre las FARC – EP y el Gobierno de Juan Manuel Santos, no es un asunto exclusivo de la agenda partidista nacional, es un asunto que tendrá que atenderse con enfoque territorial, y para el caso de Suacha, deberá ser un asunto que se apropie de manera contundente, tanto desde los actores sociales, como desde los actores políticos, no solo en las agendas político electorales y gubernamentales, debe ser un asunto que permita la confluencia nacional de actores del legislativo, ejecutivo y judicial, además de un amplio acompañamiento de observadores internacionales y de la multiplicidad de actores de la sociedad civil y ciudadanía en general. Aquí no caben los sectarismos, y la protección de la paz debe lograr la confluencia social y política, reconociendo que en Suacha la implementación requiere una visión diferenciada, en virtud de la deuda histórica desde la nación para con la ciudad, pero además, tal visión diferenciada debe alejar de la implementación, a la élite política local que se turna en los cargos de elección popular, ya que tal asunto no es un asunto de campaña, hace parte de la realidad nacional.

1.1

Lo local: Sin alejarse de la amplia influencia de los partidos involucrados en procesos de corrupción, que ya desbordan el alcance nacional (Partidos como Cambio Radical, Centro Democrático, Conservador o Liberal, de la U, por solo mencionar algunos), no se debe perder de vista que tales partidos políticos tienen alta influencia en la ciudad de Suacha, (no olvidar que la Alcaldía y la presidencia del Concejo actual es del Partido Cambio Radical) situación que requiere que los debates dejen de ser solapados por asuntos coyunturales y superficiales (como entrega de mercados y la subsiguiente profundización de la dependencia al asistencialismo politiquero gubernamental o la celebración de franquicias de cadenas de comida rápida internacionales); se debe permitir el ejercicio público del debate ampliado, la confluencia de posturas políticas y la participación de la academia y la comunidad.

Debemos avanzar, y la entrega de las garantías para el ejercicio político de la oposición, desde la diferencia en el escenario político, debe demostrar que Suacha está preparada para deja de lado la élite política que la mal gobierna. Ya no más Betty Zorro, Andrés Jaramillo o Juan Carlos Nemocón; ya no más Saldarriaga, Perico o Eleazar; ya es suficiente de Chávez, Ramírez o López. La Suacha de hoy se encuentra en un profundo proceso de incapacidad para gestionar sus asuntos polémicos y detrás de ellos siempre suenan los mismos apellidos y sus familias siempre han sido auto – contratadas para gerenciar tales desastres.

Transmilenio, el espacio público, la infraestructura barrial, el transporte público, las relaciones metropolitanas, departamentales y regionales; la pobreza y la construcción masiva de vivienda sin condiciones de dignidad, la masiva invasión del espacio público y las inexistentes garantías para vivir dignamente en la ciudad, la ausencia de autoridades de regulación y las constantes amenazas contra la integridad humana, son caras de una misma moneda: La incapacidad de los actores políticos tradicionales, de las mismas familias, para asumir las problemáticas y el gobierno de Suacha.

2

¿Quiénes suenan de nuevo en las barajas de elegibles desde Suacha? Siempre son los mismos, sin embargo cada vez menos espacio público, pobreza profundizada, inexistentes intervenciones en infraestructura vial, mayor dependencia al sistema de transporte Transmilenio y menos independencia con respecto a recursos departamentales y nacionales, menos espacios verdes, más montañas explotadas, menos industria, menos garantías para la atención en salud y educación y cada vez más estudiantes sin cupos e enfermos sin camillas. ¿Vamos de mal en peor?

Para finalizar ¿Qué tiene de verde el Partido Alianza Verde en Suacha?, poniendo el énfasis en dos posibles respuestas: 1.- ¿La lucha contra la corrupción en Suacha? o 2.- ¿La ausencia de los debates por la defensa del territorio desde el Partido Alianza Verde?

En una próxima entrega, desarrollo tales aspectos, desde mi perspectiva como miembro fundador del Partido Alianza Verde en Suacha y Cundinamarca.

** Andrés Jiménez

Docente e Investigador Universitario

Miembro fundador del Partido Alianza Verde en Suacha y Cundinamarca

@laporqueria1

@DyRLoPúblico

@andresjimenezab

Deja un comentario