Capturado exsecretario de Gobierno de Soacha por narcotráfico

La Dirección Especializada contra el Narcotráfico y el CTI de La Fiscalía, en una acción conjunta con la DEA, logró la captura con fines de extradición del coronel retirado Antonio José Ardila Torres.

El oficial (r) fue detenido en Bogotá, en un operativo en el que también fue arrestado William Fernando Galarza Bogotá, alias “Willi”, sospechoso de participar en la logística para camuflar el alcaloide en lanchas rápidas.

Los dos extraditables fueron llevados a una celda, a la espera de que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie sobre la solicitud de la corte neoyorquina, trámite que podría tardar más de seis meses.

El coronel (r) Ardila ingresó a la Policía en 1979 y salió en 2002. Durante los 23 años de servicio en la Policía ocupó varios cargos, entre los cuales se destaca que fue comandante del Gaula en Bogotá (1999-2000) y subdirector de la Dirección Antisecuestro (2001), en 2002 fue Jefe Seccional de la Policía Judicial en Santander.

De 2009 a 2011 fue secretario de Gobierno de Soacha durante la Administración del exalcalde José Ernesto Martínez Tarquino.

Ardila es solicitado por la Corte del Distrito Este de Nueva York, informó la Fiscalía, por cargos relacionados con narcotráfico y lavado de activos.

La justicia estadounidense lo señala de coordinar una red clandestina que organiza despachos de cocaína para carteles mexicanos.

El grupo, al parecer, embarca la droga en las playas y puertos del Litoral de San Juan (Chocó), Buenaventura y el poblado de Bajo Calima (Valle), en la costa Pacífica. La ruta marítima tiene puntos de acopio en Centroamérica y EE.UU.

“De acuerdo con el requerimiento internacional, Ardila estaría a cargo de las coordinaciones con enlaces narcotraficantes, así como de recibir parte del dinero con el que se financiaba la red, y rendir cuentas a los cabecillas dentro y fuera del país”, declaró Elena Monsalve, directora de la Fiscalía contra el Narcotráfico.

Cuando un agente del CTI le notificó la orden de extradición en su contra, el coronel (r) Antonio José Ardila Torres dejó caer su carpeta de documentos, se recostó contra un muro y se cubrió el rostro con la mano desencajado.