Juan Manuel Santos, el novato irresponsable

Hay que cruzar los dedos, ahora que las Farc cumplieron su palabra de dejar las armas, es necesario estar vigilante para que el Estado y los grupos de poder cumplan su parte del acuerdo y permitan desarrollar el campo, democratizar la política y modernizar el país.

z-henry-1Por Henry Barbosa

Como un novato irresponsable, Juan Manuel Santos apoyó la candidatura para procurador de Alejandro Ordoñez, y no movió un solo dedo para evitar su reelección, pese a que nunca antes había llegado a la Procuraduría un hombre más inepto, mediocre y corrupto como Ordoñez.

La situación volvió a repetirse esta vez con la elección como Fiscal General de Néstor Humberto Martínez, cuota de poder de Vargas Lleras quien lentamente ha posicionado sus fichas coaptando el poder sin la oposición de nadie, con Martínez los grupos económicos y los políticos a su servicio aseguran su impunidad.

Santos ha permitido que la ultra derecha y el establecimiento ultraconservador logre puestos importantes en las altas cortes, como ha ocurrido en la Corte Constitucional, de hecho Santos ha apoyado estas nombramientos consiente además que con la llegada de estos magistrados el país entra en una contra reforma que pone en peligro inclusive los logros en materia de derechos ciudadanos de la Constitución de 1991.

Todos desde un comienzo advirtieron que Santos estaba a punto de “dispararse en el pie”, de la misma manera como en su momento lo hizo Álvaro Uribe, cuando sin saber lo que pasaría después lo eligió como su heredero en la presidencia.

Santos se la jugó con la elección de Germán Vargas Lleras como su fórmula presidencial, creyendo tontamente que éste le aseguraría los votos para su reelección, sin embargo, Vargas al final resultó “paquete chileno” y tuvo que ser la izquierda colombiana con Gustavo Petro, Clara López, el Polo Democrático y el partido Alianza Verde, los que al final salvaron “el barco” de la debacle.

Santos durante su presidencia ha cometido errores impensables, uno de ellos fue mantener como ministro de Defensa a Juan Carlos Pinzón, enemigo declarado de los acuerdos de paz y militante fanático de las doctrinas guerreristas de Uribe Vélez.

Hoy pasó lo que se sabía que tenía que pasar y estas dos personas (Vargas Lleras y Pinzón) después que vacunaron y chuparon del Estado durante varios años, empiezan a repudiar el Gobierno Santos y a adoptar de frente el credo del discurso Uribista.

entrega de armas

Hay que cruzar los dedos, ahora que las Farc cumplieron su palabra de dejar las armas, es necesario estar vigilante para que el Estado y los grupos de poder cumplan su parte del acuerdo y permitan desarrollar el campo, democratizar la política y modernizar el país.

El problema para todos los que apoyaron el acuerdo de paz es que el presidente Santos cuenta con muy poco tiempo para desarrollar lo contemplado en el acuerdo, con el sol a sus espaldas Santos debe enfrentar las elecciones de 2018, donde sin “más” debe impulsar la hipotética candidatura de Humberto De La Calle y mitigar en parte ese peligro que pesa sobre los colombianos, esa “espada de Damocles” donde Uribe, la extrema derecha, los paramilitares, los narcotraficantes y los guerreristas, han prometido que si ganan harán trizas los acuerdos.

Ante el riesgo que la política de la muerte se lleve por delante un logro tan importante como la paz de los colombianos, le tocará ahora el turno a la sociedad civil organizada asumir el liderazgo para construir una paz duradera. Ya lo dijo Gustavo Petro, la disyuntiva es “ganar o ganar” no hay de otra, el futuro de los millones de colombianos y de las nuevas generaciones esta sobre la mesa y es deber de todos propender por ganar esta “mano”, así sea por primera vez.

henrybarbosa@outlook.com

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